Es seguro que ninguno de nosotros deseamos tener conflictos, sin embargo los tendremos y hemos de saber detectarlos, enfrentarlos y resolverlos con un enfoque en la resolución y no en la búsqueda de culpables.
Si hemos de vivir una vida plena y productiva, una de las habilidades más importantes a desarrollar es la capacidad de manejar y resolver conflictos.
Existen muchas familias que pierden la armonía y muchas empresas que pierden producción por la falta de habilidad para gestionar los conflictos.
En la mayoria de los casos estas se agrietan de adentro hacia fuera sin embargo aún buscan la solución a sus problemas en el entorno en lugar de buscarlo en el intorno.
La culpa es de las discrepancias
Las discrepancias son el resultados de diferencias de la realidad, diferentes puntos de vista o diferentes intenciones e intereses.
Un Conflictos es una discrepancia no gestionada, un problema no resuelto, mal definido o entendido.
Es una señal de alarma que indica riesgos inminentes y es una señal de emergencia que indica que debemos tomar medidas correctivas.
Uno de los problemas de los conflictos es que, si no se tratan, estos no desaparecen, si se reprimen a su tiempo explotan y fácilmente se expanden a toda la familia u organización.
¿Porqué se nos forman conflictos?
Los conflictos se forman cuando no resolvemos un problema oportunamente, cuando no estamos dispuestos a ceder terreno, cuando cada uno busca sus propios intereses o no hay capacidad para confrontamiento saludable.